<<La Orden Custos Mundi nace con el objetivo de proteger al peregrino>>

 ¿Qué significa esto?

En la historia de la humanidad han existido desde siempre dos fuerzas contrapuestas. Una de ellas es la que lleva al Ser Humano a prosperar, a crecer, a evolucionar hacia lo que en potencia podemos llegar a ser. La otra fuerza es la que trata de evitar esa evolución y mantener un estado más primitivo.

En esto, las personas han adoptado tres posturas posibles: Estar a favor de la evolución, estar en contra o bien no tomar partido, por indecisión, y dejar que la vida pase tal como otros deciden.

El impulso por evolucionar surge del convencimiento de que no hemos alcanzado aún el máximo del potencial de nuestra especie, que podemos aspirar a una vida mejor, con salud física, paz mental y una sabiduría universal. Una humanidad que se nutra de valores morales basados en las Leyes Naturales, la colaboración entre individuos y la ética.

Las fuerzas involutivas se basan principalmente en su convencimiento de que todo es limitado, y que por tanto, para que unos avancen otros deben retroceder. Para que unos tengan más otros deben tener menos. Por esto, sus esfuerzos irán destinados a prosperar ellos a costa de los demás.

Por último, la gran mayoría de las personas están indecisas, o incluso ni siquiera son conscientes de estas fuerzas. Ceden el control sobre su vida a otros y ligan sus caminos y destinos a lo que otros decidan.

Para nosotros, que trabajamos a favor de la evolución de la humanidad en su conjunto, es natural tratar no sólo de prosperar como individuos, pues esto mejorará nuestra propia vida y mejorará nuestra capacidad para ayudar a otros, sino que sentimos la necesidad de posicionarnos a favor de la evolución, y por tanto colaborar con quienes tienen el mismo planteamiento.

El “Peregrino” es la persona que siente la llamada de conocerse a sí mismo y de emprender un viaje de autodescubrimiento y evolución. En su caminar hacia un lugar considerado como Santo, donde hallará la Luz que busca, se verá obligado a aprender, a experimentar y a desprenderse de todo aquello que le impida avanzar. El modo tradicional de hacerlo es yendo físicamente al lugar y ganarse el derecho a recibir la bendición a su llegada.

En el germen de esta Orden Mágica y Esotérica, ante cuyas puertas te encuentras hoy, se encuentra la referencia templaria, pues de ahí vino el llamamiento para continuar con su labor inacabada. No obstante, ellos mismos indicaron que al igual que los tiempos cambian, también la lucha es diferente.

Ellos surgieron con la consigna de “Defender al Peregrino” cristiano que se dirigía a Tierra Santa para encontrar su Luz. Hicieron su camino y su lucha en tiempos muy físicos, tiempos de sangre y acero, bandos muy definidos entre cristianos y musulmanes. Tuvieron su ciclo de manifestación de casi dos siglos y llegaron hasta donde les fue posible. Tras oír su llamada, realizamos ceremonias y rituales de invocación para consultarles directamente, y así poder averiguar aspectos cruciales de su experiencia y sabiduría acumulada,para poder orientar nuestra labor en la época actual.

De su transmisión de conocimientos surgieron las líneas fundamentales de nuestra Orden.

El Ser Humano sigue necesitando y emprendiendo peregrinaciones, aunque se hacen hoy de otra forma, acorde con el mundo que existe ahora.

Nuestro mundo se encuentra en la era de la comunicación. Una era donde la tecnología permite poner a disposición de casi todos, casi todos los conocimientos atesorados por la humanidad. Aquellos que sienten la llamada de la Luz, de emprender su propia peregrinación tienen la opción de buscar caminos para llegar a ella. Y habrá, literalmente, miles de caminos propuestos (incluyendo los religiosos tradicionales).

En su búsqueda por avanzar encontrarán resistencias de todo tipo, que en estos tiempos son diferentes a las que los templarios tuvieron que afrontar, como diferentes son los caminos que se transitan y los propios peregrinos.

En definitiva, tenemos a la persona que necesita recorrer su propio camino hacia la iluminación, la resistencia de aquellos que tratan de impedírselo por todos los medios posibles y la labor de los que nos hemos decantado por ayudar al Peregrino. Cuantas más personas evolucionen de manera individual, más evolucionará la humanidad en su conjunto.

En estos tiempos los enemigos del peregrino vienen en forma de creencias limitadoras, informaciones falsas o engañosas, leyes restrictivas, presión social, manipulación mental, mentiras de todo tipo…

En otros tiempos la eficacia de los que limitaban tu avance se basaba en escudos, espadas y armaduras. Ahora se basa en alterar el modo en que piensas para que seas tú mismo quien desista del camino. La lucha se ha trasladado en gran medida al interior de cada persona. Y por ello las herramientas que necesitamos hoy ya no son de fuego y acero, sino de naturaleza más sutil.

El ser humano es, como ya sabes, mucho más que la carne y los huesos: Hay también una mente, un cuerpo energético y una parte espiritual.

Los grilletes más extendidos y eficaces hoy en día son de naturaleza mental, pues no se ven, no tienen una cerradura y, si están bien hechos, ni siquiera te das cuenta de que los tienes.

Tan solo notas sus efectos, pero no sabes qué los causa.

A nivel energético y espiritual, también hay una serie de acciones que se usan para frenar el avance, y de las que hablaremos con mucha más profundidad una vez comiences a avanzar en tu camino en la Orden.

Nuestro objetivo, por tanto, es Proteger al Peregrino, a las personas que buscan avanzar en su camino de evolución personal hacia su propia iluminación.

Para ello una de las vertientes de nuestro trabajo es ayudarte a ti, como miembro, a que puedas avanzar libre de obstáculos, trampas y manipulaciones.

La otra vertiente es de cara al exterior, a facilitar el avance a todos aquellos buscadores que caminen con dificultad, más allá de los miembros de la Orden.

Para ello te acompañaremos en tu propio camino, y como grupo, realizaremos acciones externas destinadas a ayudar a los demás caminantes. Estas acciones serán de naturaleza mental, energética y espiritual principalmente, con la Magia como base y con las Leyes Naturales como límite, pudiendo ampliarse a lo social cuando las circunstancias lo aconsejen.

 Por tanto, Custos Mundi es una Orden Mágica y Esotérica, cuya razón de ser es la protección del peregrino.